Juan Pígola celebró 101 años de historia, pasión y ejemplo. El pasado 19 de junio, el corazón de Pan de Azúcar latió con fuerza para celebrar un acontecimiento verdaderamente especial: los 101 años de vida de don Juan Pígola, un vecino entrañable cuya historia personal es también parte de la memoria viva de la zona.
Nacido en 1924 en Campanero Chico, Lavalleja, Juan vivió su infancia en Aiguá hasta que, en 1934, su familia se trasladó definitivamente a Pan de Azúcar, donde echaría raíces profundas. Con solo tercer año de primaria completo, supo abrirse paso con esfuerzo y determinación: ingresó a la Escuela Militar Aeronáutica y encontró en los motores su gran pasión. Amante de los autos y fervoroso seguidor de las carreras de Fórmula Uno de la época, participó en competencias internacionales tanto en Uruguay, en el emblemático autódromo de Punta Fría #piriapolis, al que Juan considera como «lo mas grande que hubo» y también en Argentina. Fue un mecánico dedicado, con manos firmes y corazón de hincha: su amor por Peñarol nunca le falló.
Actualmente reside en el Hogar de Ancianos «Quím. Farm. Eva Olaza de Núñez», donde el cariño de sus compañeros y cuidadoras es palpable. Allí, un equipo humano ejemplar deja el alma en la cancha día tras día para ofrecerles a nuestros mayores una vida digna, activa y acompañada en esta etapa tan trascendente. Victoria y Flavia, dos de sus referentes en el hogar, no escatimaron elogios al hablar de Juan: destacaron su calidez, su humildad y el inmenso cariño que despierta en todos quienes lo rodean.
En una transmisión en vivo a través de Facebook, Semanario La Prensa compartió con él un emotivo diálogo, en el que Juan rememoró con lucidez y humor algunos pasajes de su larga vida. Juan comenzó el cumpleaños con la llegada de su hijo, quien le llevó lechón, su plato preferiddo, acompañado de una copa de vino, una torta decorada con un mensaje sencillo pero poderoso: “101 años de ejemplo”.
Durante la entrevista, lo acompañó también Aba Espinosa, vecina de toda la vida y compañera en la residencia. Con ternura, recordó los años compartidos como vecinos, destacando siempre su amabilidad y espíritu solidario.
Don Juan no solo celebra un año más; celebra un legado de afecto y respeto forjado a lo largo de más de un siglo de vida. En cada anécdota suya, hay un pedazo de la historia de Pan de Azúcar… y del alma noble de nuestra gente.
Feliz cumpleaños Juan y que sean muchos mas!!!!