
Primero se dijo que a fines abril del 2015 la obra estaba concluida; la empresa constructora, Fabra S.A., redobló la apuesta y aseguró que en 9 meses la terminaba (febrero 2015) . Ni una cosa ni la otra. Junio fue la nueva fecha, pero llegó setiembre y la obra está a mitad de camino.
En nota publicada en junio pasado, semanario La Prensa había adelantado que la piscina de Piriápolis quedaría operativa en enero o en su defecto en marzo del 2016 iniciando los programas de invierno. Hoy se está lejos de eso. Hay señales claras que la construcción no se terminará este año.
Semanario La Prensa realizó el martes 1 de setiembre una recorrida por las obras constatando que es muy poco lo avanzado desde aquella visita que hicimos exactamente tres meses atrás (1 de junio). El trabajo que se lleva adelante es tremendamente lento; de 40 obreros que empezaron, quedan solo 6; un peón, un medio oficial, tres oficiales albañiles y un oficial pintor.
La explicación a este importante atraso en la obra se podría definir en una sola palabra: Dinero. La transición de gobierno, el déficit que la administración Antía asegura tiene la Intendencia, y el nuevo presupuesto quinquenal que se votaría en el mes de febrero próximo, serían las causas que han llevado a bajar las revoluciones en la obra, que está prácticamente parada. Los seis obreros que permanecen, lo hacen simbólicamente, ya que la producción diaria es mínima. Se habla de un saldo que rondaría el millón de dólares para que la empresa constructora reanude y culmine la obra, la mitad del costo total del proyecto.
Problemas sindicales
Además del tema dinero, semanario La Prensa tomó conocimiento que se han registrado serios problemas sindicales, pero lo llamativo es que los mismos no fueron contra la empresa constructora, sino entre obreros y el delegado del SUNCA. Parece ser que el sindicalista decretaba paros indiscriminadamente y sin fundamentos, generando malestar y rechazo entre los obreros que querían trabajar. Tal es así que en determinado momento se decidió votar los paros, resultando aquella decisión 13 a 1 a favor de trabajar y en contra de parar. Después de varias idas y venidas, entredichos y marcadas diferencias, directivos del SUNCA Maldonado llegaron a Piriápolis recomendando a su delegado que saliera de la obra.
Estos desencuentros entre los propios trabajadores repercuten directamente en la calidad de construcción. Damos por descontado que los nuevos jerarcas de la Intendencia Departamental de Maldonado afectados a la obra ya estarán haciendo un relevamiento y estudio técnico de lo construido hasta el momento con el fin de prevenir males posteriores.
Se desmoronó un muro
Un supuesto error de ingeniería derivó en el desmoronamiento de una pared. Se trata del muro que oficiará de pared en el lado posterior del edificio, que da a la terminal de buses, el cual estaba concluido pero tras un temporal de lluvia se desmoronó completamente (ver fotos mas abajo).
En conclusión, y ante lo expuesto anteriormente, si no hay una inyección de dinero fuerte en estos meses, que en lo previo aparece como improbable, los piriapolenses, con suerte, recién podrán disfrutar de su piscina avanzado el 2016, tirando al 2017.
Recordamos que en el próximo presupuesto departamental se deberá incluir los gastos operativos que demandará la piscina; profesores, personal administrativo, de servicio, mantenimiento, utilería, mobiliaro luz, agua, saneamiento, etc., etc.
Gerardo Debali – semanario La Prensa
Publicado domingo 6 de setiembre de 2015 hora 00:27
Fotos semanario La Prensa













