La Operación «Jalisco» llevada a cabo por la Secretaría Nacional Antilavado de Activos, la Policía Nacional, la Represión al Tráfico Ilícito de Drogas, desbarató una organización delictiva vinculada al narcotráfico mexicano dejando 6 personas procesadas con prisión por lavado y asistencia al lavado de activos además de la incautación de 9 vehículos de alta gama, un costoso chalet en Punta del Este, 45 celulares, computadoras, tablets, joyas, armas, entre otros efectos (ver fotos mas abajo)
Si bien Punta del Este y Montevideo aparecen como los puntos principales de las operaciones, la organización delictiva también tenía actividad en Piriápolis. Un ciudadano residente en el balneario estaba vinculado a los narcos asistiendo al lavado de activos realizando operaciones en un cambio de la ciudad y fijando una estación de servicio o el cruce peligroso para concretar el pasamano de dinero. Tras el allanamiento en su vivienda se incautaron 5.000 dolares y 300.000 pesos uruguayos.
Los cabecillas de la banda en Uruguay eran los mexicanos Gerardo González Valencia y su esposa Wendy Dalaithy Amaral Arévalo y el padre de ésta, H.A.P., integrantes del los carteles «Los Cuinis» y «Jalisco Nueva Generación» de México. Los hombres fueron detenidos el jueves en Montevideo, mientras la esposa llegó el sábado desde México y fue detenida en el aeropuerto de Carrasco. Los tres fueron enviados a la cárcel por un delito de Lavados de Activos en calidad de autores. En tanto, los uruguayos J. L. M. y L. L. F. y P. J. G., fueron igualmente procesados con prisión por la comisión de un delito de Asistencia al lavado de Activos.
El cabecilla junto a su esposa y tres hijos se habían radicado en Punta del Este, vivían desde mayo del 2012 en el lujoso chalet «Quincho Grande» que fue adquirido en dos millones de dólares por Montella Global S.A., empresa inmobiliaria constituida en Panamá propiedad de Wendy Amaral.
González Valencia poseía más de 3 millones de dólares en bienes en nuestro país, producto del lavado de activos. Tras los allanamientos se incautaron varios vehículos de alta gama, el chalet de Punta del Este, armas, joyas, computadoras personales, tablets y unos 45 teléfonos celulares, uno de ellos poseía un sistema satelital que le permitía, al ahora procesado, comunicarse con otros integrantes del cartel en otras partes del mundo. En el allanamiento en Piriápolis se incautaron 5.000 dólares y 300.000 pesos uruguayos, dinero propiedad de González Valencia que un intermediario guardaba en su casa.
Antecedentes
Según se desprende del auto de procesamiento «en agosto de 2015 la Unidad de Información y Análisis Financiero del Banco Central denuncia ante la Sede de Crimen Organizado de 1er turno, que el 19 de agosto de 2015, la oficina de Control de Activos Financieros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, incluyó a la ciudadana mexicana Wendy Amaral (foto El Debat México) en la lista de Narcotraficantes Especialmente Designados, por proveer apoyo financiero y servicios a la organización mexicana de narcotraficantes denominada Los Cuinis y a su líder Abigael González Valencia, hermano del ahora procesado en Uruguay. Amaral era poseedora de una cuenta en el HSBC Bank de Uruguay, y estaba vinculada con sociedades panameñas y uruguayas que poseen activos en nuestro país.
En ese entonces se inmovilizan fondos de Amaral en el banco mencionado y se inicia una investigación que se profundiza en el mes de marzo de 2016 pasando a ser una investigación criminal de carácter reservado que incluye vigilancia electrónica, filmaciones, seguimientos personales y declaraciones de los indagados.
Mientras tanto, Estados Unidos libraba una orden de captura internacional, con fines de extradición contra Gerardo González Valencia alias “Lalo”, “Flaco”, “Silver”, “Silverio”, “Eduardo” y “Laline”, por introducir en aquel país cocaína y metanfetaminas.
González Valencia y su familia, vivían en Buenos Aires, y entre 2011 y 2012 se radican en Punta del Este en el chalet antes mencionado. Con ellos vinieron las niñeras, también mexicanas, y los abuelos maternos H. A. y M. D. C. A., los que permanecían durante varios meses en nuestro país.
Desde que comenzaron a vivir en Uruguay, trabajaron con ellos J. L. y su esposa L. F., el primero se desempeñaba como jardinero y la mujer como empleada doméstica, percibiendo entre ambos un sueldo de 1.500 dólares mensuales.
En los últimos meses, la madre de los niños había viajado a México y el padre con los menores y sus niñeras se habían trasladado a Montevideo, alojándose en los hoteles Gema y Cottage mientras gestionaban el alquiler de una casa en Carrasco, donde un hombre de iniciales M.S. actuaba de intermediario, no logrando cerrar ningún negocio porque González Valencia no quería figurar en el contrato de arrendamiento.
Si bien estaban por arrendar, González Valencia admitió que pensaban irse del país, por todo lo que estaba publicándose en los diferentes medios de prensa, incluso intento huir cuando fue detenido, llevando consigo un pasaporte presuntamente apócrifo.
Ninguno trabajaba en Uruguay
En Uruguay ninguno de los miembros de la familia desarrollaba una actividad laboral, ni comercial , ni lucrativa lícita, no recibía rentas, por lo que los gastos eran cubiertos por fondos que provenían desde México, como lo admitió González Valencia, manifestando que ingresaba dinero vivo a nuestro país, no realizando transferencias bancarias, no posee cuentas bancarias, ni tampoco tenía en México ninguna actividad laboral. Por lo que existen serios indicios que esos fondos provienen presuntamente de las actividades de narcotráfico, estando el matrimonio vinculado a los carteles de los Cuinis y de Jalisco Nueva Generación.
Lavado de activos
En el año 2012 compraron la camioneta Volkswagen Saveiro año 2012, la que pagaron en efectivo, figurando como propietarios los caseros J. L. y L. F, vehículo que vendieron después a Dalaithy S.A., (empresa cuyos titulares eran Wendy Amaral y su madre) en la suma de U$S 15.000, el que enajenaron posteriormente por la suma de U$S 13.000. Utilizando esa misma modalidad el matrimonio compró el AUDI Q7 TFSI Quatro año 2012, también a nombre de los caseros y el 5 de setiembre de 2014 lo enajenaron a Dalaithy S.A., por la suma de U$S 90.000, dos meses después, en noviembre, lo venden en la suma U$S 72.000. En el año 2014 y ante una aparente finalización en la relación laboral entre los caseros y sus patrones, estos vehículos fueron enajenados a la sociedad uruguaya Dalaithy S.A., siendo sus titulares Wendy Amaral y su madre y el presidente el padre H. A. Los caseros también enajenaron el vehículo Audi A7 SB año 2012 a favor de los patrones en la suma de U$S 113.750, entre otros vehículos. Fueron en total 9 los vehículos incautados, muchos de ellos estaban en automotoras para su venta.
El matrimonio narco compra la sociedad panameña TOSSA DEL MAR S.A., que era propietaria de tres padrones en Punta Ballena. La apoderada de Tossa del Mar era Wendy Amaral y el titular R.P.
Asimismo compraron la sociedad panameña “DEL TODO ENTERPRISE S.A.”, con el fin de registrar una marca, fabricar y comercializar tequila artesanal, lo que luego no concretaron.
González Valencia se vincula con P.G.
El capo narco se vincula con un hombre de iniciales P. G. de Piriápolis, quien comienza a frecuentar el chalet “Quincho Grande”, además de compartir otras actividades sociales junto al suegro del narco. P.G. ofreció en venta los solares de Punta Balllena, así como buscó otras inversiones inmobiliarias para que invirtiera González Valencia., pero según sus manifestaciones, no se concretó ninguno de dichos negocios.
Sin perjuicio de ello, P.G. guardaba dinero que le entregaba el narco comprando y vendiendo moneda extranjera y nacional en el cambio Monex en la ciudad de Piriápolis.
P.G. realizaba las transacciones en el mencionado cambio y se encontraba en la ruta y en una estación de servicio con González Valencia y en otras ocasiones con H. A., el suegro del narco para recibir o entregar los paquetes con dinero. Estos hechos fueron filmados por la autoridad administrativa y reconocidos por P.G..
Asimismo González Valencia le daba órdenes sobre qué debía hacer con el dinero que tenía depositado en su casa P.G., en algunas oportunidades debía comprar o vender moneda extranjera, en otras entregarle a su suegro la cantidad de U$S 20.000, realizándose el encuentro en una estación de servicio. En otra oportunidad, P.G. se trasladó hasta el cruce peligroso, Interbalnearia y Ruta 37, donde recibió un paquete de dinero que le entregó el propio González Valencia, lo que fue filmado también por las cámaras de las autoridades policiales.
Surgen de las escuchas telefónicas que se refieren a Punta del Este como “Tumba” y a Montevideo como “Big Tumba” o «Big City”, concertando encuentros, trasladándose P.G. hasta Montevideo debido a que González Valencia estaba alojándose en un hotel de esta ciudad.
Allanamiento en Piriápolis
La Justicia determinó el allanamiento a la vivienda de P.G., en Piriápolis, de donde se incauta la suma de 5.000 dólares y $ 300.000 (trescientos mil pesos uruguayos), que son propiedad de González Valencia y presuntamente habían quedado en calidad de depósito la suma de U$S 8.000 en el cambio Monex en Piriápolis.
Surge de las actuaciones cumplidas que el matrimonio González Valencia – Wendy Amaral y su suegro, que utilizando sociedades uruguayas y panameñas adquirieron bienes inmuebles, y muebles de elevados valores económicos, con fondos presuntamente ilícitos.
A su vez los indagados , L. F. y J. L., caseros del chalet de Punta del Este, aceptaron figurar como titulares de vehículos de alta gama y otros bienes, que fueron adquiridos con fondos presuntamente ilícitos, siendo los beneficiarios finales de los mismos González Valencia y Wendy Amaral.
Por su parte, P.G., guardaba en su casa dinero que le entregaba al capo narco o realizaba diversas operaciones de cambio, cumpliendo las directivas que González Valencia le daba.
Fueron indagadas en total 11 personas, entre ellas un reconocido ex jugador de fútbol uruguayo, que posteriormente recuperó la libertad, junto con otros cuatro. Todos habían sido detenidos el jueves 21 de abril. Tras las instancias judiciales llevadas adelante por la Dra. Adriana de los Santos Jueza Letrada Penal Especializada en Crimen Organizado de 2º Turno, resultaron procesadas con prisión 6 personas.
Cabe recordar que la esposa de González Valencia fue detenida el sábado en el aeropuerto de Carrasco cuando llegaba desde México. Vino acompañada de un familiar quien se hará cargo de los menores una vez que la Justicia lo determine. Por el momento los niños están bajo custodia del INAU.
Asimismo la magistrada dispuso que se trabe embargo genérico respecto a los procesados por un monto de U$S 10.000.000, sin perjuicio de ulterioridades.
González Valencia los narcos mas ricos del mundo; sus mujeres el alma de las empresas
Según pública diario El Debate de México en diciembre del 2015 «los nombres que saltan a la luz pública en las pesquisas del narcotráfico y lavado de dinero son los de las mujeres ligadas con los grupos delictivos del Cártel Jalisco Nueva Generación y Los Cuinis, calificados estos últimos -hermanos de apellidos González Valencia de Michoacán- como los narcos más ricos del planeta, quienes no solo inundan el mercado americano de las drogas -cocaína y metanfetamina-, sino que llevan su producto ilícito a Europa»
El Debate agrega que «Wendy Dalaithy Amaral Arévalo. 36 años, sinaloense, esposa de Gerardo González Valencia “El Lalo”, con domicilio en Zapopan. Dirigía el corporativo W&G Arquitectos en Tepatitlán, Jalisco y en el Estado de México, así como la firma HD Collection S.A. de C.V. y el Hotelito Desconocido, asegurado por la Procuraduría General de la República a mediados del mes de agosto en la Costa Norte de Jalisco.
Gerardo Debali – semanario La Prensa
Publicado martes 26 de abril de 2016 hora 21:00
Fotos ministerio del Interior













