Un ciudadano holandés, de iniciales O.S., de 42 años de edad, residente en Pan de Azúcar, fue remitido a la cárcel por un delito continuado de estafa y lavado de activos. La maniobra involucra además a cientos de ciudadanos portadores de tarjetas de crédito y débito emitidas en Paraguay y presuntamente a varios comercios uruguayos, siendo considerada la mayor estafa del país. La empresa damnificada, First Data, denuncia un perjuicio de mas de 40 millones de dólares.
El informe publicado por diario El País, explica que un error informático en las tarjetas de crédito y débito emitidas en Paraguay, Francia y Holanda, cuya firma licenciataria es First Data, liquidaba las compras en dólares efectuadas en Uruguay en su equivalente en pesos. Quiere decir que todo lo que el usuario compraba en dólares, lo pagaba con igual cifra, pero en pesos uruguayos.
Todo comenzó en Pan de Azúcar
Todo comenzó en la ciudad de Pan de Azúcar, cuando un ciudadano holandés, residente desde hace dos años en la ciudad, poseedor de una tarjeta de débito Maestro de Master Card compró con la misma una bicicleta GT por valor de 1.700 dólares. Tamaña sorpresa se llevó cuando recibió la liquidación mensual de la tarjeta al observar que el monto descontado de su cuenta no fueron 1.700 dólares, sino 1.700 pesos uruguayos.
Con el fin de corroborar si se trataba de un error puntual o de un error de conversión, el holandés realizó otras compras en dólares. Semanario La Prensa pudo saber que, entre los artículos adquiridos por el extranjero, se contaban dos bicicletas mas. Un vecino informó a semanario La Prensa que el hombre tenía tres bicicletas GT en su casa. Al preguntarle porque tenía tantas bicicletas, respondió: «Para cuando vengan mis amigos argentinos de visita».
Una vez constatado y comprobado que aquella primera bicicleta que compró a 1.700 dólares y que pagó con 1.700 pesos de los nuestros, no fue un error puntual, sino se repetía en cada compra que realizaba en dólares con la tarjeta de débito, el holandés se endulzó y dejó el tendal.
En su declaración judicial, el ciudadano extranjero señala que compró la casa en Pan de Azúcar en 25.000 dólares, la reformó y la colocó en venta. Aparece en Mercado Libre «Casas en Venta – Guardia Vieja 4» con varias fotos, a un precio de 143.000 dólares.
Semanario La Prensa pudo saber que esta casa fue comprada a una persona de apellido G, que además es propietario de una flota de camiones. El método utilizado para pagar el inmueble fue a través de la compra de combustibles en una estación de servicios de la ciudad, a favor del propietario de los camiones.
O.S. pagaba con su tarjeta de débito una suma mensual en dólares. La transacción con la estación de servicios comenzó en enero del año 2013 y se extendió hasta agosto del 2014, cuando First Data retuvo 700.000 pesos uruguayos que correspondían a la empresa concesionaria tras detectar el error en sus sistema informático. Al reclamar por el atraso del pago de este dinero, First Data explicó mediante una carta lo que estaba sucediendo. Esto motivó una demanda de la empresa concesionaria contra First Data, entendiendo abusiva la medida ya que el error era de First Data y no de la empresa, que no tenía nada que ver en el problema.
Desde la empresa concesionaria de la estación de servicios se comunicaron con semanario La Prensa para deslindar cualquier responsabilidad en el caso, afirmando que ellos en ningún momento estuvieron en conocimiento que el acuerdo entre el holandés y el propietario de los camiones rayaba lo ilegal, o se trataba de una estafa, ya que el propietario de los camiones siempre tuvo cuenta en la estación de servicios y las compras de combustibles alcanzaban las cifras manejadas que podían ir de los 80 a los 100.000 pesos mensuales: «No había nada extraño» subrayó el concesionario.
Manifestó en consecuencia que en ningún momento fueron citados por la Justicia a declarar en torno al caso.
El concesionario señaló que en enero del 2013 el propietario de los camiones presentó al holandés, comunicando que desde ese momento sería O.S. quien abonaría el combustible en su cuenta mediante una tarjeta de débito. Una vez realizado el primer pago, se constató que la tarjeta no presentaba ninguna irregularidad, sino era totalmente legal, no levantando sospechas de ningún tipo.
Según el auto de procesamiento que hizo público la Justicia competente, se indica que las compras de combustibles efectuadas durante el periodo mencionado alcanza la suma aproximada de setenta y cinco mil dólares. O.S. señala en su declaración que la comisión recibida de manos del propietario de los camiones fue al principio del 25 % de la nafta y posteriormente el 50 %. El denunciado habría advertido al propietario de los camiones de la maniobra perpetrada, habiendo declarado en la Sede la adquisición de unos setenta y cinco mil dólares en compra de combustible obteniendo una ganancia del 30%.
También y valiéndose del mismo artilugio, adquirió un terreno en Playa Hermosa empadronado con el Nº 4970, pagando por el inmueble 19.000 dólares.
Varios relojes Rolex, cadenas de oro y una camioneta Chevrolet modelo S-10 Advantage, también fueron adquiridos por el holandés en forma fraudulenta, gracias al error informático de First Data.
Según First Data, la maniobra alcanza los 396. 182 dólares americanos, solicitándosele el pago como forma de resarcimiento de hasta un 95 % del valor original según lo admitió el indiciado en Sede Judicial.
Buen vecino y ex custodio de la Reina de Holanda
Un vecino del barrio habló con semanario La Prensa sobre el holandés: «Se trata de un buen vecino, correcto, educado, que maneja bastante bien el español y con quien llegamos a establecer una relación amistosa. Tanto es así que en varias ocasiones, cuando viajaba a Buenos Aires, me encargaba la alimentación de su perro; para lo cual me proporcionaba pastillas caninas» recuerda el vecino. Hoy, con su amo en prisión, la perrita quedó sola y desamparada, buscando padres adoptivos. El vecino, mientras tanto, continúa dándole de comer y además abrió la pajarera de O.S. para que las aves que criaba recuperaran la libertad antes que, por hambre, murieran enjauladas.
Nuestro interlocutor agregó además que al ver al vecino tan solitario, lo invitaron a pasar las fiestas navideñas en su casa. O.S. pasó la Navidad del 2013 y el Fin de Año del 2014 con sus vecinos, quienes afirman que jamás recibieron propuestas, ni siquiera insinuaciones, de realizar negocios dudosos en conjunto.
En una de las tantas charlas mantenidas, el ciudadano extranjero, le comentó que durante su vida en Holanda, era policía militar, desempeñándose como custodio de la Reina de aquel país. Además O.S. habría manifestado estar vinculado al rubro de los viveros, plantas y jardines. Al respecto, en su cuenta Facebook, exactamente hace un mes, publicó: «De eerste zelfgekweekte planten zijn verkocht en de eerste bestellingen vanuit Nederland van zaden zijn op de post en morgen verstuur ik weer een zending. Een goed begin.
Las primeras plantas vendidas desde mi vivero y los primeros sobres con semillas enviados a Holanda. Una buena comienza de los negocios y un ingreso de plata» escribía O.S. en holandés y en español.
El vecino reconoce que «nos llamaba la atención que, a pesar de no trabajar, siempre aparecía con productos caros, herramientas, bicicletas, etc. El holandés nos ofreció la camioneta, una Chevrolet S10. Nos pidió 20.000 dólares por el vehículo, pero dijo que nos la dejaba en «quince» y que con 7.000 dólares ya se las entregaba y el resto lo iba pagando de a poco. No nos interesó la propuesta, cuenta el vecino, porque no teníamos el dinero de la entrega.
Sin embargo, fue otro vecino de Pan de Azúcar, que entregó mas de 3.000 dólares para señar la camioneta, pero hoy no tiene ni el dinero ni la camioneta. Otra víctima de O.S.
El holandés fue detenido el sábado en Pan de Azúcar. Nos sorprendimos el sábado cuando tres hombres en una camioneta pararon frente a la casa del holandés, cargaron varios artículos y se llevaron a O.S.
Nuestro interlocutor se contactó con la familia de O.S. en Holanda, señalando que sus parientes no dan «crédito» a lo que está ocurriendo en Uruguay, iniciando gestiones a nivel de embajada para ayudar en lo que se pueda al ahora procesado.
Cientos de involucrados
Pero el ciudadano holandés no es el único que se benefició ilícitamente del error informático de First Data; serían cientos los poseedores de tarjetas Maestro que gracias al «boca a boca» se percataron de la situación realizando millonarias compras fraudulentas.
Uno de ellos es un aduanero paraguayo, que también fue procesado con prisión, aunque éste, y según declaró el propio involucrado ante la Justicia, llegó a un acuerdo
de pago con la empresa First Data por la suma de doscientos mil dólares americanos (U$S 200.000) a abonar en cuatro años, a razón de U$S 50.000 por año.
J. R. V. B., delgado representante de la Aduana de Paraguay, al tomar conocimiento del defecto de conversión de la tarjeta de débito ya referida, él mismo comenzó a realizar múltiples transacciones comerciales, llegando a adquirir una moto de agua Yamaha en la suma de 20.000 dólares la que inmediatamente y sin ser retirada por él mismo en el comercio la negoció a R. L. en la suma de 14.500 dólares, como así también unos celulares, un reloj Armani en doscientos dólares, una cadena de oro con crucifijo, unos televisores LCD, una cocina entre otros efectos aprovechándose de las ganancias que le redituaba el defecto de conversión entre las monedas.
Habría también varios paraguayos que estarían viajando regularmente al país para efectuar compras en dólares, las que después pagaban su equivalente en pesos uruguayos.
Un francés y dos uruguayos están detenidos y a disposición de la Justicia por su presunta vinculación con el caso.
Gerardo Debali – semanario La Prensa
Publicado miércoles 13 de mayo de 2015 hora 15:10
Fotos semanario La Prensa
La casa de O.S., ciudadano holandés, en Pan de Azúcar, lugar donde residía y desde donde operaba.











