Tras el reciente temporal que azotó a gran parte del país, un matrimonio y su hijo debieron ser evacuados en Piriápolis al quedar su vivienda anegada cuando se desbordó la cañada Zanja Honda en Playa Grande. La situación adquirió características dramáticas cuando en las redes sociales se dio a conocer la cruda realidad por la que atraviesa esta familia, golpeada por enfermedades crónicas que padecen el padre y el hijo, situación agravada por la precaria finca en la que viven.
Florencia Hernández, integrante de un grupo de ayuda social que se formó tras la tragedia de Dolores, asistió a la familia cuando estaba de retorno en su hogar, volviendo indignada por lo que tocó ver y vivir en Playa Grande.
La familia está compuesta por el padre, Luis, la madre Silvia y su hijo. El hombre, de 68 años de edad, es jubilado y sufre de broncoespasmo y diabetes; estaba con el inhalador en la mano y dice que permanentemente tiene que estar dándose disparos porque no puede respirar. Viven una realidad compleja ya que su hijo de 18 años padece esquizofrenia, diabetes y retraso mental por lo cual lo mínimo que necesitan es un lugar digno donde vivir» relata Hernández.
La vivienda, por la que pagan un alquiler de $4.500 más gastos, no tiene piso, es de pedregullo y tierra y presenta en forma permanente serios problemas de humedad, profundizados cuando la lluvia es intensa ya que el agua entra a la casa y se forman charcos. »Una garrafa de 3 Kg. es el medio que utilizan para calefaccionarse»
Según da cuenta Hernández, ante el reclamo de la familia al propietario de la casa, éste les comentó que cuando le paguen el alquiler «va a comprar un poco de balastro» para poner encima de los charcos.
Improvisación durante la evacuación
A pesar que Inumet advirtió con anticipación que se avecinaban lluvias copiosas y tormentas fuertes, intensificándose desde el sábado a la noche y hasta el martes inclusive, noticia que publicó el mismo sábado semanario La Prensa y que recibió más de 106.000 visitas y fue compartida en Facebook mas de 11.000 veces, al presentarse la situación de emergencia, el municipio de Piriápolis no estaba preparado y tuvo que improvisar la evacuación.
«Tres personas evacuadas que pasearon horas en el camión de bomberos porque no tenían «donde ponerlos» comentó Hernández.
Por otra parte, semanario La Prensa pudo saber que fue la directora de la Estación de Cría «Tabaré González», Brenda Bon, quien coordinó la evacuación habilitando la sala de audiovisuales de la ECFA para que la familia pasara la noche, no sin antes pedir la colaboración del Grupo Voluntario de Búsqueda y Rescate del cerro Pan de Azúcar, que fueron sacados de la cama saliendo a comprar alimentos (de su propio peculio) y conseguir frazadas y acolchados para atender a los evacuados. Alguna panadería de Pan de Azúcar donó pan y bizcochos.
Si bien no había camas ni colchones en la sala de audiovisuales, se destaca el gesto de la directora de la ECFA que encendió el aire acondicionado para que la familia pasara la noche en un clima apropiado.
Al otro día, sobre las 14:00 horas los evacuados retornaron a sus hogares, según afirma Hernández, por orden del alcalde, agregando que regresaron engañados porque les dijeron que el alcalde iba a estar en el lugar y cuando llegaron estaba una mujer que cumple el rol de secretaria quien hoy también se presentó en el lugar a llevarles una canasta. No necesitan una canasta necesitan un lugar habitable donde se pueda respirar aire puro y necesitan un piso firme» sentenció Hernández.
Invernizzi: «No es tanta la improvisación que se dice»
Semanario La Prensa consultó al alcalde de Piriápolis, Mario Invernizzi, sobre la situación planteada con los evacuados. El jerarca aseguró que no es tanta la improvisación que se dice. En ese sentido explicó que «el funcionario a cargo del tema está de licencia, pero todos los poderes del Estado tienen las mismas facultades para decidir, entonces terminaron poniendo ahí tres personas que venían de una casa que se alquilaba, que estamos viendo que derechos tiene el propietario para arrendar esa casa» sostuvo Invernizzi, reconociendo la precariedad de la misma.
«Se le llevó una canasta de provisiones y cuando el secretario general me llamó ya estaba todo el tema resuelto. Se sabe que en el Ateneo, que es el lugar que tenemos para alojar evacuados, estaba entrando agua por las ventanas y no estaba en condiciones de ser usado, pero no porque hubiera crecido la cañada; el Tabaré es la otra alternativa que tenemos y también para tres personas existe la comisaría y el cuartel de Bomberos para que pasen la noche. Esa gente estaba de vuelta en su casa y se le llevaban las viandas. No es tanta la improvisación que se dice. Está funcionando bastante bien la cosa para lo que teníamos hace 10 años atrás» afirmó Invernizzi.
Por su parte, Néstor Casaña, integrante del Grupo de Busqueda y Rescate, señaló a semanario La Prensa que los eventos climáticos seguirán sucediendo y Piriápolis no está preparado para atender las emergencias. Sugirió formar un banco de stock de alimentos, ropa de abrigo, de cama, entre otros, para estar prevenidos ante estas situaciones, que volverán a suceder, reiteró el rescatista.
Sobre la situación presentada con esta familia, resaltó la gestión de la directora de la ECFA, Brenda Bon, que puso toda la infraestructura disponible al servicio de los evacuados.
Gerardo Debali – semanario La Prensa
Publicado jueves 7 de abril de 2016 hora 05:11
Fotos Florencia Hernández









