Fue identificado el hombre que fue hallado sin vida en la madrugada del sábado 6 de febrero en las inmediaciones del peaje Solís, zona cercana al arroyo Solís Grande. Se trata de José Antonio Colman, de 75 años de edad. Esta persona había sido denunciada como desaparecida el 11 de diciembre de 2015; vivía en Paso Carrasco, zona metropolitana de Montevideo.
Fuentes del caso señalaron a semanario La Prensa que en los últimos días se conoció el resultado del estudio de ADN practicado a uno de los hijos de Colman y al ser comparado con el ADN del fallecido arrojó como resultado que existe un 99,9% de probabilidades que efectivamente se trate de su padre biológico. El estudio científico sumado a las prendas que vestía Colman, que fueron reconocidas por sus familiares, estaría confirmando plenamente la identidad del occiso.
Desaparecido en diciembre
Desde su desaparición, mediante campañas y convocatorias en las redes sociales, familiares buscaban afanosamente a José Antonio Colman (foto). La última vez que lo vieron con vida fue el 11 de diciembre de 2015. Estaba en su domicilio de Paso Carrasco, zona metropolitana de Montevideo y salió a buscar medicamentos, pero nunca regresó.
De acuerdo a lo que expresaban los familiares durante la búsqueda, el hombre no padecía trastornos mentales de ningún tipo. Se desconocen los motivos por los cuales José Antonio Colmán llegó al predio donde fue hallado sin vida el pasado 6 de febrero en la zona del peaje Solís como informara en su momento semanario La Prensa.
Hallado el 6 de febrero
El cuerpo fue hallado la madrugada del sábado 6 de febrero pasado en las cercanías del peaje Solís, próximo al arroyo Solís Grande. El joven Carlos Daniel Asencio (foto), de 23 años de edad, vecino de Cerros Azules, se encontraba aquella madrugada cazando chanchos jabalíes, sin armas de fuego, pero con con 10 perros.
Minutos antes de la hora 03:00 notó en la oscuridad que sus perros ladraban en torno a un bulto, por lo que se dirigió al lugar en medio de un fuerte olor nauseabundo. Al iluminar con la linterna constata que se trataba del cadáver de un hombre. Apoderado del terror corrió a denunciar el hallazgo a la policía apostada en el peaje Solís. Ver la nota publicada por semanario La Prensa
Causas de la muerte
Se investigan las causas que derivaron en la muerte de Colman. El médico forense que atendió el caso, Dr. Sergio Mozzo (foto-izq.), señaló a semanario La Prensa en aquel momento que el hombre no presentaba signos de violencia por lo tanto estaría descartado un homicidio. No obstante, señaló el profesional, el avanzado estado de descomposición que presentaba el cuerpo hace muy complicado el estudio forense.
El Dr. Mozzo manifestó asimismo que el cuerpo hallado sería de una persona de sexo masculino, que tendría entre 60 y 70 años de edad, calvo (con pronunciadas entradas), y con un tiempo de fallecido que estaría entre uno y dos meses. Al momento de morir, el hombre vestía camisa de manga corta azul celeste, pantalón y calzado.
¿Víctima de las abejas?
Si bien no están establecidas las causas de la muerte ni tampoco en que circunstancias llegó el hombre a las proximidades del peaje Solís, cabe señalar que tan solo 4 días después de su desaparición y en un lugar muy cercano a donde se encontró el cuerpo, ocurrió el recordado y lamentable episodio de las abejas, hecho en el que murieron tres caballos. Colman desapareció el 11 de diciembre; el 15 fue el ataque de las abejas y según el joven que halló el cuerpo, las abejas tuvieron que pasar por donde estaba el cuerpo para llegar a los caballos.
Tanto el joven que encontró el cuerpo de Colman como otros vecinos, presumen que el hombre pudo haber muerto por picaduras de abejas aquel fatídico 15 de diciembre.
Muerte por abejas; casi imposible determinarlo
Explicaba el Dr. Mozzo a semanario La Prensa, que en Uruguay no existen los medios para un estudio profundo del cadáver como determinar lo que se llama fauna cadavérica, que sería lo que podría ayudar a establecer si el hombre murió por las picaduras de abejas.
El cuerpo fue hallado en la madrugada del sábado 6 de febrero. Como lo dijo el forense, tenía entre uno y dos meses de fallecido. Su avanzado estado de descomposición dificultó la autopsia, pudiendo determinar, en cambio, que no fue víctima de violencia física. No había rastros de heridas, ni de arma de fuego, ni de arma blanca, ni traumatismos ni fracturas de cráneo ni zonas vitales.
Un gran misterio rodea la desaparición y muerte de José Antonio Colman.
La investigación continúa…
Semanario La Prensa
Publicado jueves 28 de abril de 2016 hora 21:50
Fotos Facebook
Con la siguiente imagen familiares de Colman pedían ayuda en las redes sociales para ubicar al desaparecido, ausente de su hogar desde el 11 de diciembre de 2015.








