Francisca está en Piriápolis: fue fotografiada esta tarde por Walter Pedroso; habrá más despedidas y más bienvenidas aseguran desde SOS Rescate de Fauna Marina
El músico y fotógrafo de Pan de Azúcar, Walter Pedroso, encontró esta tarde a Francisca en la playa de Piriápolis y compartió nuevas imágenes con Semanario La Prensa. Pedroso ha seguido de cerca esta historia desde el inicio, registrando miles de fotografías de la joven elefanta marina y de su madre, Alma.
Su trabajo documental se ha convertido en parte esencial de este relato que la escritora Elena Escalada ha definido como “la historia más bonita del mundo”. La presencia de Francisca, nacida el pasado 11 de octubre en Piriápolis, continúa despertando emoción y orgullo en la comunidad, que acompaña cada paso de su crecimiento.
Las imágenes enviadas por Pedroso refuerzan el vínculo entre la fauna marina y la identidad local, sumando capítulos a una historia que combina ciencia, cultura y sensibilidad comunitaria.
La organización SOS Rescate de Fauna Marina informó que este martes Francisca, la joven elefanta marina que permanece en Piriápolis, vivió su primera gran aventura: un extenso “paseo” de casi 24 horas. Una experiencia que, además de ser un gran entretenimiento, constituye un paso fundamental en su desarrollo.
Los especialistas recuerdan que, en su etapa adulta, los elefantes marinos del sur suelen realizar inmersiones de entre 300 y 600 metros de profundidad, permaneciendo bajo el agua durante 20 a 30 minutos. Sin embargo, existen registros extraordinarios que superan los 2.000 metros y rozan las dos horas de inmersión. Esta capacidad explica por qué pasan la mayor parte de su vida mar adentro, recorriendo enormes distancias.
El caso de Francisca anticipa lo que será su futuro: tendremos que acostumbrarnos a perderle la pista por largos períodos, con la tranquilidad que su crecimiento avanza como corresponde. Habrá más despedidas, pero también más bienvenidas, en un proceso que refleja la dinámica natural de esta especie y la importancia de acompañar su desarrollo.
La comunidad sigue atenta y comprometida con la historia de Francisca, símbolo de la riqueza marina y del trabajo constante de conservación que se realiza en la costa uruguaya y piriapolense.














