Le llaman la «muerte dulce» o «muerte silenciosa». La inhalación de monóxido de carbono en niveles elevados puede matar en sólo 15 minutos sin que las víctimas puedan darse cuenta. Por eso es necesario que estemos alertas ante el peligro latente que representa este enemigo silencioso y traicionero que provoca numerosos accidentes mortales al año en todo el mundo, principalmente en épocas de frío, cuando proliferan los diferentes sistemas de calefacción en vuestros hogares, aunque el gas se produce y expide también por otros medios, como escapes de los automóviles, por ejemplo.
Días atrás, en Piriápolis, dos septuagenarios murieron presuntamente por inhalación de monóxido de carbono al encontrarse una estufa a gas encendida en el dormitorio. El sábado en Pan de Azúcar, tres menores salvaron su vida de milagro cuando la madre halló a tiempo a sus dos hijas de 9 y 6 años y a la hija de su pareja de 9 años, desvanecidas en el baño mientras tomaban una ducha calentando el agua con un calefón a gas. Estos, sólo por mencionar algunos de los innumerables casos que se conocen.
Sobre el tema, semanario La Prensa consultó al médico forenese, Dr. Sergio Mozzo, quien explicó que el monóxido de carbono es un gas muy peligroso dadas sus características; es incoloro, inodoro e insípido. Esto hace que al inhalarlo en niveles elevados pueda causar la muerte en poco tiempo sin que las víctimas se den cuenta lo que les ocurre. El cuerpo se va quedando sin oxígeno y lo que se respira es el monóxido de carbono, incompatible con la vida, provocando irremediablemente la muerte si la situación no es advertida a tiempo por terceros.
«En la mayoría de los casos las víctimas no se percatan de lo que está ocurriendo, y en el supuesto de que se den cuenta, la inhalación les provoca una parálisis en las piernas, que les impide reaccionar o salir corriendo en busca de ayuda»
El monóxido de carbono se produce en la combustión de materiales como butano, propano, gasolina, madera, carbón o petróleo. Tanto las calderas, calentadores de agua, aparatos domésticos como las estufas, calefones a gas, e incluso los automóviles, pueden producir escapes de monóxido de carbono.
El Dr. Mozzo explicó que la intoxicación se produce cuando el monóxido de carbono ingresa a nuestro organismo a través de los pulmones, combinándose con la sangre de forma mucho más rápida que el oxígeno, impidiendo así que la hemoglobina transporte el oxígeno a las células, por lo que el organismo no encuentra posibilidades de mantenerse con vida. Es una muerte por asfixia, señala Mozzo, aunque no percibamos esa sensación.
Depende de las cantidades de gas que se inhale son las consecuencias que sufrimos. Los síntomas son: Dolor de cabeza, irritabilidad, confusión, comportamiento grotesco o caprichoso, dificultad respiratoria, mareos, desvanecimientos, pulso acelerado del corazón, dolor toráxico, convulsiones, visión borrosa, desorientación hasta pérdida del conocimiento, coma, paro cardíaco y fallo respiratorio.
Daños irreparables
La exposición al monóxido de carbono, en un periodo breve, puede producir daños irreparables, desde cambios de humor y cefaleas permanentes hasta lesiones neurológicas. Si la persona afectada presenta síntomas de deterioro de la capacidad mental después de dos semanas, hay una escasa probabilidad de que se recupere completamente.
Para evitar el envenenamiento por monóxido de carbono no hay que dejar nunca un espacio cerrado sin ventilación, y por ejemplo, aunque la estufa funcione bien, debe haber una renovación constante del aire en el espacio interior. Si no se renueva, el oxígeno del aire se consume y puede haber riesgo de asfixia. Si la persona ha dejado de respirar, hay que suministrarle la respiración artificial.
La «muerte dulce» puede producirse mientras las personas duermen y, por lo tanto, fallecen sin despertarse. Son altamente peligrosos los escapes en los espacios cerrados y sin ventilación y, muy especialmente, en los baños. Si hay una instalación de calentador de gas en un baño, la llama que produce la combustión puede apagarse debido al vapor del agua mientras el gas sigue saliendo. Lo recomendable siempre es instalar el calefon a gas y la garrafa en el exterior de la vivienda.
Si se producen síntomas por intoxicación de monóxido de carbono la persona debe salir del lugar donde está y respirar aire fresco. Para obtener una mayor tranquilidad lo mejor es acudir a un hospital y explicarle al médico qué podemos estar intoxicados por monóxido de carbono. El envenenamiento se puede diagnosticar a través de una prueba de sangre. Nunca hay que minusvalorar los síntomas por pequeños que sean, ya que ignorarlos puede causar la muerte.
Al acudir al hospital, los médicos deberán administrar oxígeno, controlar los signos vitales y en algunos hospitales ya existen instalaciones apropiadas para llevar a cabo la oxigenoterapia hiperbárica, que permite administrar al paciente oxígeno puro a una presión superior a la atmosférica, muy eficaz en casos de intoxicaciones por inhalación de gases.
¿QUÉ ES EL MONÓXIDO DE CARBONO?
El monóxido de carbono es un gas altamente venenoso para las personas y los animales, que se mezcla totalmente con el aire, resultando difícil de reconocer.
No tiene color (incoloro); No tiene olor (inodoro); No tiene sabor (insípido); No irrita los ojos ni la nariz.
Se propaga rápidamente y puede provocar la muerte en sólo 15 minutos.
¿CÓMO SE PRODUCE ESTE GAS TÓXICO?
Todo material combustible rico en carbono (gas, petróleo, carbón, kerosén, nafta, plásticos) necesita oxígeno para quemarse. Cuando la cantidad de oxígeno es insuficiente, la combustión es incompleta, se forma monóxido de carbono.
VIVIENDA SALUDABLE
¿Qué artefactos pueden producir monóxido de carbono?
Calefones, termotanques, estufas, cocinas a gas, calentadores a gas o kerosén, faroles a gas o kerosén, hogares o cocinas a leña, salamandras, braseros, parrillas a leña o carbón, hornos a gas o leña, anafes, calderas, motores de combustión, etc.
¿CÓMO SE PUEDE RECONOCER QUE HAY MONÓXIDO DE CARBONO EN UN AMBIENTE?
Coloración amarilla o naranja de la llama, en lugar de azul normal.
Aparición de mancas, tiznado o decoloración de los artefactos, en sus conductos de evacuación o alrededor de ellos.
¿CÓMO ACTÚA EL MONÓXIDO DE CARBONO SOBRE LA SALUD DE LAS PERSONAS?
Ingresa al organismo a través de los pulmones y desde allí pasa a la sangre donde ocupa el lugar del oxígeno. Así reduce la capacidad de la sangre para transportar oxígeno y hace que las células no puedan utilizar todo el oxígeno que les llega.
Las células de nuestro cuerpo para «respirar» necesitan oxigeno y los encargados de tomar el oxigeno de nuestros pulmones y distribuirlo son los glóbulos rojos, que están compuestos en su mayor parte por la hemoglobina, que es una hemoproteina que tiene la función de adherirse al oxigeno para trasportarla a todos los tejidos de nuestro cuerpo. Ademas es la que le da el característico color rojo a la sangre.
El monoxido de carbono tiene una propiedad bastante particular y es que se adhiere a la hemoglobina unas 230 veces mas rápido que el oxigeno, por esta misma razon es sumamente tóxico.
LOS SÍNTOMAS SON:
Una intoxicación leve tendrá como manifestaciones: debilidad, cansancio, y tendencia al sueño, dolor de cabeza, nauseas y vómitos, dolor de pecho, pulso rápido al principio.
Una intoxicación grave tendrá como manifestación: temperatura corporal baja, inconsciencia, respiración irregular y superficial; el paciente puede dejar de respirar, convulsiones, pulso lento, que puede ser irregular y tensión arterial baja.
CONSEJOS PARA EVITAR LOS ACCIDENTES POR INHALACIÓN DE MONÓXIDO DE CARBONO
Haga realizar una revisión periódica a sus artefactos por un gasista matriculado.
Respete las normas técnicas y reglamentarias de instalación. La instalación irregular de un artefacto puede ocasionar accidentes.
Permita siempre el ingreso de aire al ambiente desde el exterior, suficiente como para renovarlo: a veces una rendija puede salvarnos la vida.
Verifique que la llama de los artefactos sea de color azul.
Si es de otro color (amarillo o tonalidades anaranjadas o rojas) está trabajando en forma defectuosa.
Llame enseguida a un gasista matriculado para que revise el artefacto y la ventilación.
Es indispensable que las salidas de los gases al exterior estén libres de obstrucciones y colocadas en forma reglamentaria. La mayoría de los casos fatales tienen su origen en conductos defectuosos.
No coloque calefones en baños o dormitorios si no cuentan con salidas de gases al exterior. Las estadísticas muestran que el 72 % de los accidentes fatales se deben a calefones con funcionamiento incorrecto.
El uso de hornallas y hornos de la cocina para calefaccionar el ambiente es sumamente peligroso. Nunca lo aplique.
Si los conductos de evacuación (chimeneas o salidas al exterior) son retirados para trabajos de limpieza o pintura y luego no son correctamente reinstalados, puede ser fatal.
– Nunca encienda el motor de su vehículo dentro del garaje, aunque tenga la puerta abierta. El humo puede concentrarse rápidamente en lugar o en la casa.
– Nunca use su horno de gas para calentar su casa, aun por poco tiempo.
– Nunca use carbón dentro de su casa, aun si tiene chimenea.
– Nunca se vaya a dormir dejando un calentador a gas o a kerosene encendido si el aparato no tiene ventilación hacia afuera.
– Nunca use aparatos con motores a gasolina (cortadoras de hierba, sierras eléctricas, motores o generadores pequeños) dentro de un cuarto cerrado.
– Nunca ignore los síntomas de envenenamiento con ese gas, especialmente si más de una persona siente los mismos síntomas. Ignorarlos puede llevar a la pérdida del conocimiento y a la muerte.
Gerardo Debali – semanario La Prensa
Publicado lunes 20 de junio de 2016 hora 22:00
Fuente www.abc.es







