Comerciantes, empresas y entidades bancarias se atrincheran en Belo Horizonte esperando lo que será un escenario de guerra este miércoles cuando se juegue la semifinal de la Copa Confederaciones entre Brasil y Uruguay.
Según informa el matutino gaúcho Zero Hora «la lección fue dura y trajo el miedo». Las instituciones bancarias y concesionarios de automóviles a lo largo de la avenida Antonio Carlos, en Belo Horizonte, se atrincheran esperando lo que predicen será una guerra.
Los periodistas hicieron el mismo camino que recorrerá la manifestación y se encontraron con vendedores resignados. Además del perjuicio por el día perdido, tienen que invertir en protección. La Copa que suponía un aumento en las ventas, se ha convertido en una pesadilla para el comercio local.
Vitrinas que antes exhibían costosos vehículos instalaron cercas para proteger los vidrios. Los bancos siguieron el ejemplo.
Toyota, Chevrolet, Nissan, Banco do Brasil, Bradesco comenzaron este martes, la finalización de la instalación de la protección a toda prisa.
Brasil juega ante Uruguay y la avenida al estadio es la principal vía utilizada por los manifestantes. Allí, los servicios públicos han sido objeto de vandalismo y saqueos.
Las obras de BRT (sistema de buses rápidos, siglas en iInglés) serán protegidas por la policía militar. Los vándalos prendieron fuego a por lo menos dos estaciones que ya fueron reconstruidas.







