Eluney será el nombre que llevará el hijo que esperan Andrea Aguerre y Mabel Sugo, mujeres unidas en matrimonio el 5 de diciembre de 2014, que fue primer casamiento gay en Piriápolis enmarcado en la Ley de Matrimonio Igualitario que rige en Uruguay desde el 2013. El bebé, concebido por inseminación artificial bajo la Ley de Reproducción Humana Asistida, tiene fecha estimada para nacer y será el 12 de marzo en el hospital de Rocha bajo la modalidad de parto humanizado.
Andrea y Mabel bautizarán a su primogénito con el nombre Eluney, que fue escogido como una forma de resumir lo que el niño representa en la vida de las cónyuges. De origen mapuche, Eluney significa «regalo del cielo» y es usado indistintamente para ambos sexos.
Andrea quedó embarazada mediante inseminación artificial en una clínica de Montevideo amparada en la Ley de Reproducción Humana Asistida. Pasaron tres intentos, hasta que en el cuarto concibió a su hijo.
«Un regalo del cielo que no necesita papá»
En entrevista exclusiva concedida a semanario La Prensa, las futuras mamás realizaron algunas apreciaciones sobre su maternidad despejando dudas en cuanto a los roles que afrontarán ambas en esta nueva etapa de sus vidas.
Andrea sostiene que «para nosotros sería mucho mejor que esto no fuera noticia, nos gustaría que la utopía fuera lo normal, que no haya una nota de prensa diciendo “opa, se casaron dos lesbianas o dos mujeres van a tener un hijo. Somos una familia con el mismo nivel y características que cualquier familia heterosexual, que se quiere, que se ama y que tiene un proyecto de vida»
«Como cualquier matrimonio, la llegada de nuestro hijo nos pone muy felices y completa todo el amor que nos tenemos y que trasmitimos al bebé. La idea es que eso sea lo normal y que nadie lo vea como algo extraño y, sin embargo, se sigue viendo así. Es cierto que hemos dado pasos inmensos en la lucha contra la discriminación, hemos avanzado muchísimo en la legislación, con leyes que habilitan el matrimonio gay, la adopción, la ley de Reproducción Asistida que es justamente en la cual nos amparamos para tener un hijo, pero todavía falta mucho por hacer en este sentido» consideró Andrea.
Sobre los roles…
«En todas las familias hay roles que hay que cumplir evidentemente. Pero esto de diferenciar cual es el rol de la mamá y cual el del papá no tiene mucho sentido incluso en cualquier pareja heterosexual» señala Andrea.
«Nosotros vamos a cumplir los roles que tengamos que cumplir y vamos a hacer lo que tengamos que hacer para criarlo con todo el amor y todo lo que necesita, está claro que ninguna va a hacer de papá, porque somos dos mujeres, las dos vamos a ser mamás, eso es lógico» subrayaron ambas.
«Nosotras no queremos un papá; Eluney no necesita un papá, tiene lo que necesita, nos tiene a nosotros, tiene a una familia que lo va a criar con mucho amor» sentenciaron las futuras mamás.
«Cuando hicimos la cita psicológica que necesitamos para poder hacer la inseminación, una de las cosas que nos decía la psicóloga, es que acá no hay papá, sino un donante, una persona que es solidaria y dona semen para que las parejas que no puedan tener hijos, lo tengan. Entonces si nosotros decimos papá, papá, ahí aparece el abandono y acá no hay abandono, porque el niño tendrá una familia como cualquier otra. Porque ese señor que donó, cuando quiera ser papá lo será, en este momento quiso donar, se trata simplemente de eso, una donación»
«Así como se ayuda a parejas heterosexuales que no pueden tener hijos porque el semen del hombre no es apto por una u otra razón, y también se tiene que recurrir a semen de un donante, no se está cuestionando en ese momento quien es el papá. El donante es solo una persona muy altruista, muy generosa, que está ayudando, nada más» explica Andrea.
El donante es anónimo. En el momento de donar renuncia a todo derecho sobre el niño y queda exento de toda responsabilidad paternal. Sólo cuando Eluney cumpla 18 años, si el quiere saber, se abren las puertas y tiene todo el derecho a conocer la identidad del donante, su origen biológico»
Somos una familia funcional
«En la clínica nos hicieron un montón de estudios, tanto a mi en la parte médica, desde ver las condiciones de los óvulos, del útero, de las trompas de Falopio, todo con el fin de asegurar que el embarazo sea de bajo riesgo y también nos hacen entrevistas a las dos para saber si estamos aptas para tener un hijo (risas), cosa que normalmente no se hace con las parejas heterosexuales, ironiza Andrea, y también para saber si estamos en condiciones de enfrentar también esto, como la sociedad puede llegar a discriminar a este niño, por el hecho que no se vea normal que una familia homosexual tenga un hijo» comenta Andrea
«Hemos visto escrito opiniones que afirman que el niño ya nace en una familia disfuncional. Te puedo asegurar que la nuestra es una familia funcional, totalmente. Nosotros tenemos un hogar estable, ambas tenemos ingresos estables, tenemos amor, fundamental, y bueno, todo es bastante funcional ¿no?
Así como lo amamos nosotros queremos que a Eluney todos lo quieran y lo van a querer porque va a ser divino y tiene dos mamás precisosas… (risas)
Parto humanizado
Las mamás decidieron que el bebé nacerá en el Hospital de Rocha, mediante la modalidad de parto humanizado: «Nosotros queremos un parto humanizado. No nos quedamos en nuestro deseo de ser madres, sino pensamos en toda la felicidad del bebé, por eso pensamos en todo lo que necesita antes, durante y después del nacimiento. Un parto humanizado es la mejor forma de nacer y el hospital de Rocha, que cuenta además con la asistencia de profesionales suizos, nos brinda esa oportunidad» coincidieron.
La primera maternidad de parto humanizado de Uruguay funciona en el Hospital de Rocha desde principios del año 2014. Esta experiencia piloto cuenta con la financiación de la Central Sanitaria de Suiza, que aportó 300 mil euros para su instalación. En vista de que esta es una experiencia piloto nacional, el Ministerio de Salud Pública (MSP) busca convocar a mujeres que no son usuarias del Hospital de Rocha para que, mediante convenios de complementación, hagan uso de este nuevo servicio.
El parto humanizado estimula, acompaña y apoya a la madre para que dé a luz de modo natural, en las mejores condiciones y con sostén psicoemocional, con capacitación previa bajo el lineamiento de que la mujer es la protagonista, la que lidera el proceso del nacimiento rodeada de su familia. La madre puede elegir libremente como desea tener su parto, en que posición, acompañada por quien, etc. Esta actividad está en sintonía con uno de los objetivos del MSP como es la humanización de la asistencia en salud en Uruguay.
Andrea y Mabel se preparan para el parto con una doula, mujer que acompaña a las embarazadas en su camino a la maternidad. La misió de una doula es dar apoyo, tanto físico como emocional, durante el embarazo, el parto y el puerperio (período de tiempo que dura la recuperación completa del aparato reproductor después del parto, que suele durar entre cinco y seis semanas).
No son mediáticas
Semanario La Prensa agradece a Andrea y Mabel por acceder a las notas cada vez que se lo pedimos, teniendo en cuenta que no son muy amigables con los medios, aunque reconocen que la difusión de estos temas es una forma de aportar a la causa homosexual con el fin de afianzar sus derechos y terminar la discriminación, que lamentablemente permanece arraigada en algunos sectores de nuestra sociedad y que aún hoy tiene reparos en aceptar la relación sentimental entre dos personas del mismo sexo.
Otros nombres Mapuches
Los nombres de origen mapuche son frecuentemente utilizados en nuestro país por los padres para bautizar a sus hijos: Entre ellos, los mas nombrados, son: Nahuel; Mailen; Ayelén; Aimará; Nehuen; Tahiel, Yanara, tal vez Eluney sea uno de los menos elegidos.
Gerardo Debali – semanario La Prensa
Publicado miércoles 24 de febrero de 2016 hora 13:42
Fotos semanario La Prensa – Facebook Andrea Aguerre








