22 de marzo. Hoy se celebra el Día Mundial del Agua. Hoy varias ciudades del mundo atraviesan graves crisis por la escasez del vital elemento. Ciudad del Cabo, una de las capitales de Sudáfrica, vive una dramática situación pudiendo convertirse en la primera ciudad del mundo en concretar su «Día Cero», el día en que se suspenda el suministro y los grifos no viertan mas agua. El mismo estaba fijado para abril, las escasas lluvias que se fueron dando lo aplazaron para mayo, después para junio, julio y ahora el «Día Cero» sería el 27 de agosto. Sin embargo, fuentes gubernamentales sudafricanas señalaron que tras el fenómeno El Niño y la escasez de lluvias de los últimos tres años (la peor sequía en un siglo). se espera con ansiedad las lluvias del invierno (a partir de mayo) que permitan descomprimir la situación y junto al cumplimiento por parte de la población de las restricciones de ahorro dispuestas, extender la agonía al menos hasta el 2019. «No usar mas de 50 litros de agua por día, reciclar el agua una y otra vez, no tirar de la cadena, ducharnos como máximo tres veces a la semana, lavarnos la cabeza en seco con shampoo (que se agotan en los supermercados), no regar con agua potable, son algunas de las dramáticas y extremas recomendaciones dispuestas por el gobierno sudafricano para ahorrar agua y evitar lo que parece inevitable, el «Día Cero». Así lo manifestó Débora Noemi Pedreira desde la propia capital legislativa de Sudáfrica en contacto exclusivo con semanario La Prensa.
“Si continuamos con nuestros esfuerzos actuales de ahorro de agua, el Día Cero se puede evitar completamente este año”, dijo el vicealcalde Ian Neilson en un comunicado.
“La ciudad ahora proyecta que, si no hubiera lluvias, el Día Cero llegaría el 27 de agosto de 2018. Como esta fecha cae dentro del período de lluvia normal, ya no es apropiado proyectar la fecha sin considerar la lluvia”, según la declaración.
De no llegar las lluvias de invierno como se espera, tras la peor sequía en 23 años, la primera ciudad en el mundo en concretar su “Día Cero”, el día en que se clausure el suministro y las canillas no viertan mas agua, será Ciudad del Cabo.
En primera instancia se había planteado para el mes de abril, algunas lluvias descomprimieron la situación y el Día Cero se ha ido postergando, primero para junio, luego para julio y ahora está previsto para el 27 de agosto, no obstante, desde el gobierno de la ciudad se anuncia que de continuar aplicándose las medidas de ahorro dispuestas por el gobierno y llegando las lluvias habituales en invierno, el Día Cero podría pasar para el año siguiente.
Débora Noemi Pedreira (foto) es argentina, hija de padres uruguayos, y vivió hasta hace 4 meses en Piriápolis. En ese entonces, fue contratada por una empresa que le dio como destino laboral, Ciudad del Cabo.
Desde ese lugar, Débora se contactó con semanario La Prensa para relatar la dramática situación que se vive en la ciudad, consecuencia del crecimiento demográfico y una gran sequía, la mas grave en los últimos 23 años, para de alguna forma concienciar a los uruguayos, sobre la importancia del agua y su cuidado y de las dramáticas consecuencias que origina cuando el vital elemento escasea.
“Estoy viviendo en la primera ciudad del mundo en quedarse sin agua” afirmó Débora, contando las extremas medidas y recomendaciones que hacen las autoridades para evitar el “Día Cero”, o sea, el día que ya no salgan mas agua por los grifos sanitarios, las canillas, y llegado ese punto, los habitantes deban ir a los 200 puntos públicos de distribución dispuestos en la ciudad para recoger solamente 25 litros de agua diarios.
“El agua de la canilla no es potable, sale turbia, como en la foto que les mando. Está penalizado el uso excesivo de agua. Nos permiten utilizar solo 50 litros de agua por día, cuando en otras ciudades de Sudáfrica se consume 235 litros, muy por encima de la media mundial que ronda los 173 litros.
«Nos piden no tirar de la cadena y en los baños públicos pusieron alcohol en gel para lavarse las manos, en hoteles recomiendan al turista ahorrar agua como un local, no tardar mas de dos minutos y medio en ducharse, en los gimnasios se colocaron cronómetros que a los 60 segundos hace sonar un pito indicando finalizar la ducha. Nos piden que nos duchemos solo tres veces a la semana, que nos lavemos el cabello usando el shampoo en seco, los cuales se agotan en los supermercados, como el agua envasada, que en media hora quedan las góndolas vacías» relata Débora.
«Nos piden reciclar el agua, usar la misma agua una y otra vez, para lavar la vajilla, regar, etc. La situación es dramática, asegura Débora, señalando que para descomprimir la situación estudian alternativas para potabilizar el agua del mar, creando plantas de desalinización»
«Sin embargo, las mismas son muy costosas, y el gobierno gasta el dinero en vulgares fiestas y comilonas, sostiene nuestra interlocutora., que alienta lleguen las lluvias normales del invierno,como hace tres años no ocurre, para descomprimir la situación y llevar el día cero para el próximo año” concluyó Débora.
Son casi 850 millones de personas en todo el mundo que carecen de acceso al agua potable, según recuerda hoy la ONU en el Día Mundial del Agua. por Para paliar esta carencia, el gobierno local ha impuesto las restricciones más estrictas jamás implementadas en esta región.
Otras ciudades en riesgo del Día Cero
SAO PAULO
La reserva que abastece a Sao Paulo, la ciudad más grande de Brasil y una región metropolitana de 20 millones de personas, casi se secó en 2015, cuando el país enfrentaba su peor sequía en 80 años, privando a los residentes de agua por 12 horas al día.
La ciudad fue criticada por los expertos de las Naciones Unidas por perder el 31% del agua tratada por fugas y robos, en comparación con un promedio del 16% en los Estados Unidos.
LIMA
La lluvia en la capital de Perú es casi inexistente, con una precipitación promedio anual de 7 milímetros. Se espera que el agua se vuelva cada vez más escasa a medida que el calentamiento global descongela los glaciares andinos, reduciendo los flujos a medida que el hielo desaparece.
La ciudad ha estado trabajando para mejorar las cuencas hidrográficas en las montañas de los Andes, mientras que los residentes de barrios marginales en las laderas que dominan la ciudad han estado utilizando redes para condensar la espesa niebla del Océano Pacífico en las tuberías de drenaje.
AMÁN
La capital de Jordania, no tiene una fuente de agua cercana y regularmente experimenta sequía, mientras que las partes más bajas se inundan cuando llueve mucho.
La ciudad recicla la gran mayoría de sus aguas residuales y la utiliza para el riego, pero la afluencia de refugiados desde la vecina Siria ha ejercido una presión adicional sobre las reservas en todo el país. El gobierno está avanzando con nuevos ductos para aguas subterráneas y proyectos para desalinizar el agua del Mar Rojo.
CIUDAD DE MÉXICO
A pesar de los fuertes aguaceros que llegan en cada temporada de lluvia, la Ciudad de México, una megaciudad de 21.3 millones de habitantes, depende del agotamiento de los acuíferos y durante mucho tiempo ha tenido problemas para proporcionar suficiente agua a sus habitantes.
Construida sobre lo que una vez fue un lago, también es propensa a inundaciones.
Al haber bombeado demasiados suministros locales que la tierra se está hundiendo, la ciudad está trabajando para rediseñar su sistema de agua, que obtiene un tercio de sus suministros de cuencas y valles cercanos.
MELBOURNE
La ciudad australiana sufrió la llamada “sequía del Milenio” entre 1997 y 2009. Fue uno de los peores períodos de sequía registrados, afectando a otras ciudades importantes como Perth, Adelaide y Sydney.
Desde entonces, Melbourne redujo a la mitad el uso de agua per cápita e instaló plantas de desalinización y reciclaje.
KABUL
Originalmente planificada para sustentar a alrededor de 1 millón de personas, la capital de Afganistán ahora alberga a más de 4.6 millones, según estimaciones del gobierno de los EE. UU.
Varios inviernos inusualmente secos, junto con la población en expansión, han tensado los suministros. Aquellos que pueden permitírselo, han cavado pozos no regulados para tocar una capa freática que cae.
Fuente y foto portada futuroverde.org











