Aedes aegipti y chikungunya: MSP confirma 7 casos en Paysandú. El ministerio de Salud Pública informa a la población que en las últimas horas se confirmaron casos de infección por virus Chikungunya en personas sin antecedentes de viaje residentes en la ciudad de Paysandú. A la fecha el total de casos es de 7. Todas ellas han cursado la enfermedad en forma ambulatoria con buena evolución. Ante este hallazgo, se debe considerar que existe por primera vez en Uruguay evidencia de circulación viral en la ciudad de Paysandú, constituyendo un brote de enfermedad por virus Chikungunya.
La chikungunya es una enfermedad que se trasmite a partir de la picadura del mosquito, por lo que las dos principales medidas son el uso de repelente y la eliminación de los sitios de cría del mosquito:
Descacharrización: se debe tapar, poner bajo techo, dar vuelta, perforar, rellenar con arena, descartar todos los cacharros y recipientes en donde puede estancarse agua para evitar la reproducción del Aedes aegypti.
Uso de repelente: se debe utilizar siempre que se esté a la intemperie, sobre todo en la mañana y en la noche y reaplicarlo en caso de haber transpirado o haber tenido contacto con el agua. El repelente se puede aplicar tanto en la piel como en la ropa pero no directamente en el rostro y debe evitarse sobre heridas o cortes. Se puede utilizar a partir de los 6 meses de edad (asegurarse de que sea de uso infantil), mientras que para los bebés menores de 6 meses se recomienda la utilización de mosquiteros. En cualquier caso consultar al pediatra. A modo de repelente se recomienda también el uso de pastillas termo-evaporables especialmente en la noche o espirales.
La utilización de repelente también se recomienda para aquellas personas que viajan a países de la región en los que la circulación de esta enfermedad está presente, durante al menos 10 días posteriores al retorno. De esta manera, en caso de haber contraído el virus en el exterior, se evita la propagación de la enfermedad a través de la picadura del mosquito trasmisor en el país.
¿Qué debo hacer si presento síntomas? ¿cómo es el tratamiento?
Si presenta síntomas, se recomienda consultar con un médico en su prestador de salud. Actualmente no existe vacuna ni tratamiento específico. El tratamiento se basa en aliviar los síntomas. En la mayoría de los casos, consiste en controlar el dolor y la fiebre y no requiere internación.
Medidas de prevención de dengue, chikungunya y zika
Las altas temperaturas y recientes lluvias (de marzo) en contexto de sequía plantean un escenario propicio para la eclosión de huevos del mosquito Aedes aegypti, vector trasmisor del dengue, la chikungunya y el zika. Este mosquito tiene hábitos netamente antropófilos y domésticos, con radicación de criaderos en la vivienda o los alrededores. Esta especie se caracteriza por su preferencia por climas cálidos (de 15 a 40ºC) y con niveles de precipitación pluvial moderados y altos, donde se generan condiciones ambientales favorables para su reproducción. El ciclo completo de Aedes aegypti, de huevo a adulto, se completa en óptimas condiciones de temperatura y alimentación, en diez días. Son incapaces de resistir temperaturas inferiores a 10°C o superiores a 46°C.
Dada la actual situación epidemiológica en los países vecinos, que en los periodos vacacionales hay movimientos de población y las variables climáticas, se configura una situación de riesgo más elevado de contraer las enfermedades que trasmite este mosquito. Es importante tener presentes las siguientes medidas de prevención.
- Descacharrización: el principal método de control es la eliminación de los sitios de cría del mosquito. Se debe tapar, poner bajo techo, dar vuelta, perforar, rellenar con arena, descartar todos los cacharros y recipientes en donde puede estancarse agua para evitar la reproducción del Aedes aegypti.
- Uso de repelente: se debe utilizar repelente para evitar sus picaduras siempre que se esté a la intemperie, sobre todo en la mañana y en la noche y reaplicarlo en caso de haber transpirado o haber tenido contacto con el agua. El repelente se puede aplicar tanto en la piel como en la ropa pero no directamente en el rostro: se recomienda rociar las manos y luego frotarlas sobre la cara, evitando ojos y boca. También debe evitarse la aplicación sobre heridas o cortes. Se puede utilizar a partir de los 6 meses de edad (asegurarse de que sea de uso infantil), mientras que para los bebés menores de 6 meses se recomienda la utilización de mosquiteros. En cualquier caso consultar al pediatra.
A modo de repelente se recomienda también el uso de pastillas termo-evaporables especialmente en la noche o espirales. La utilización de repelente también se recomienda para aquellas personas que viajan a países de la región en los que la circulación de esta enfermedad está presente, durante al menos 10 días posteriores al retorno. De esta manera, en caso de haber contraído el virus en el exterior, se evita la propagación de la enfermedad a través de la picadura del mosquito trasmisor en el país.
- Mosquiteros y ropa adecuada: dormir en lugares protegidos por mosquiteros (cubrir cunas y carritos de bebés), usar ropa gruesa y de colores claros que cubra brazos y piernas, sobre todo al amanecer y atardecer.
Tratar los artículos como botas, pantalones, calcetines y carpas con un 0.5 % de permetrina o comprar ropa y equipos previamente tratados con permetrina.
Recomendaciones al usar un mosquitero: Ajuste la malla por encima de la cuna o por debajo el colchón o elija un mosquitero suficientemente largo para que llegue al piso. Deje el mosquitero bien tirante para evitar el riesgo de asfixia en niños pequeños. Revise las instrucciones de la etiqueta para información adicional. Verifique que no haya orificios ni que esté rasgada la malla así no hay espacio para que pasen los mosquitos. No cuelgue el mosquitero cerca de velas ni fogatas, evite fumar también ya que los mosquiteros están confeccionados con materiales inflamables en la mayoría de los casos. No duerma directamente contra el mosquitero ya que los mosquitos pueden picar a través de los pequeños orificios de la malla.
Se recuerda la importancia de realizar la consulta médica precoz ante todo cuadro febril especialmente si está acompañada de dolor en las articulaciones, dolor muscular, dolor de cabeza, náuseas, fatiga y erupción cutánea. Si hay antecedentes recientes de viaje a países con circulación debe comunicárselo al médico al momento de realizar la consulta.
Para personal de salud
Características y diferencial de la infección por dengue y chikungunya
La mayoría de las personas que contraen dengue no tiene síntomas. Cuando aparecen suelen ser fiebre alta, dolor de cabeza, náuseas y erupciones en la piel. Como no hay un tratamiento específico para el dengue, para los casos leves en tratamiento domiciliario, lo habitual es aliviar el dolor. Deben evitarse los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como el ibuprofeno y la aspirina porque aumentan el riesgo de hemorragia. En la mayor parte de los casos la persona se cura en una o dos semanas, pero a veces la enfermedad se agrava y requiere hospitalización.

Para poder distinguir si se está transitando un cuadro de dengue grave o no, es necesario estar atento a los síntomas. A su vez, el dengue tiene el mismo vector trasmisor que el chikunguña y el zika, el mosquito Aedes aegypti, y son enfermedades que tienen síntomas similares entre sí. Saber los síntomas de cada una y cuáles aparecen a medida que se agrava el cuadro que se está transitando es importante para luego adoptar el mejor tratamiento que corresponda.
En 2009, frente a la constatación de un alto porcentaje de fallecimientos por causa del dengue, la Organización Mundial de la Salud y Organización Panamericana de la Salud (OMS/OPS) desarrolló un relevamiento de información del que surgió la importancia de cambiar la distinción que se hacía entre dengue y dengue hemorrágico porque esta última denominación llevaba a minimizar las posibles consecuencias del dengue que no tuviera hemorragias como síntoma. Desde ese momento la distinción de la enfermedad según la gravedad se hace únicamente con el agregado de la palabra “grave”, es decir, se puede padecer dengue y, en caso de que el cuadro de la enfermedad empeore, se le denomina “dengue grave”.
Cuando aparecen síntomas, lo que sucede entre cuatro y diez días después de la infección, duran de dos a siete días. Pueden ser: fiebre elevada (40 °C), dolor de cabeza muy intenso, dolor retroocular, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, hinchazón de ganglios linfáticos y sarpullido. Las personas que se infectan por segunda vez corren más riesgo de que la enfermedad se agrave y generalmente, los síntomas del dengue grave suelen presentarse cuando desaparece la fiebre.
Los síntomas que implican la posibilidad de agravamiento de un cuadro de dengue son: el dolor abdominal que se presenta de forma progresiva hasta ser continuo o sostenido e intenso y al final de una primera etapa febril; el trastorno del sensorio que provoca irritabilidad, somnolencia y letargo; el sangrado de mucosas como gingivorragia (en las encías), epistaxis (sangrado nasal), sangrado vaginal no asociado a la menstruación o sangrado menstrual mayor del habitual y hematuria (sangre en la orina); la acumulación de líquidos que se puede constatar de forma clínica o por estudios de imagen-también al final de la etapa febril como el dolor abdominal-, hepatomegalia (refiere al agrandamiento del hígado), vómitos persistentes y el aumento progresivo del hematocrito.
Los síntomas previamente enumerados deben ser chequeados para determinar si es necesaria la hospitalización de la persona, mientras que si también aparece intolerancia a la vía oral, dificultad respiratoria, acortamiento de la presión de pulso, hipotensión arterial, insuficiencia renal aguda, aumento del tiempo de llenado capilar, si el dengue se está padeciendo concomitantemente al curso de un embarazo o se tiene antecedentes de una coagulopatía, indefectiblemente se debe determinar la internación del paciente. En todos los casos es imprescindible la consulta médica.
El chikungunya se transmite a través de la picadura de mosquitos Aedes aegypti y el Aedes albopictus. Desde 2004 los brotes de fiebre chikungunya han ido aumentando en frecuencia y extensión. Hasta ahora se ha detectado la presencia del virus chikungunya en más de 110 países de Asia, África, Europa y las Américas.
No se dispone de una vacuna ni de un medicamento específico contra el virus actualmente pero a diferencia de lo que ocurre con el dengue, solo se puede contraer chikungunya una vez, luego se desarrollan los anticuerpos que de acuerdo con la evidencia disponible hasta el momento, confieren inmunidad de por vida.
Es posible detectar el virus chikungunya directamente en muestras de sangre extraídas durante la primera semana de enfermedad empleando técnicas RT-PCR. Hay otras pruebas que permiten reconocer la respuesta inmunitaria de una persona ante la infección por el virus chikungunya. Estas técnicas se utilizan por lo general tras la primera semana de infección para detectar la presencia de anticuerpos contra el virus. Lo más frecuente es que haya niveles detectables de anticuerpos a partir de la primera semana después del inicio de la enfermedad y que estos niveles perduren durante unos dos meses.
En pacientes sintomáticos, la fiebre chikungunya suele comenzar entre cuatro y ocho días después de la picadura de un mosquito infectado (intervalo que puede oscilar entre dos y 12 días). La enfermedad se caracteriza por la aparición súbita de fiebre generalmente acompañada de fuertes dolores articulares que suelen ser debilitantes y desaparecer en pocos días, aunque también pueden prolongarse durante semanas, meses o incluso años. Otros signos y síntomas frecuentes son: inflamación de las articulaciones, dolores musculares, cefalea, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas.
El hecho de que estos síntomas coincidan con los de otras infecciones, sobre todo las causadas por los virus del dengue y de Zika, puede inducir un diagnóstico erróneo de los casos. En ausencia de dolores articulares de consideración, las personas infectadas presentan en general síntomas leves y la infección puede pasar inadvertida.
La mayoría de los pacientes se recuperan completamente de la infección pero ocasionalmente se han descrito casos de complicaciones oculares, cardíacas o neurológicas a consecuencia de la chikungunya. Los pacientes de muy corta o de muy avanzada edad presentan mayor riesgo de sufrir un cuadro clínico grave. Los recién nacidos que resultan infectados durante el parto y las personas mayores con dolencias preexistentes pueden enfermar de gravedad, con lo que la fiebre chikungunya puede elevar el riesgo de muerte.
La mejor protección consiste en evitar la picadura de mosquitos para no contraer la infección. Todo paciente presuntamente infectado con dengue o chikungunya debe evitar que lo piquen los mosquitos durante la primera semana de enfermedad para que el virus no se transmita a un nuevo mosquito que a su vez pueda infectar a otras personas. Se recomienda el uso de mosquiteros y repelentes (estos deben contener como ingrediente activo DEET, IR3535 o icaridina) e idealmente, eliminar los criaderos del mosquito en las proximidades de la vivienda ya que la manera más eficaz de controlar estas enfermedades es impedir la multiplicación del vector.











