8 de agosto: se cumplen 75 años del fallecimiento de Joaquín Torres García. Este jueves, se están cumpliendo 75 años del fallecimiento de Joaquín Torres García, nacido el 28 de julio de 1874 en Montevideo, dejando de existir un 8 de agosto de 1949. Fue un pintor, profesor, escritor, escultor y teórico del arte uruguayo. Es el creador del universalismo constructivo y del Taller Torres García, uno de los principales movimientos artísticos de nuestro país. Este año se cumplen 150 años de su nacimiento y en ese marco, el Museo Nacional de Artes Visuales, expone la obra de Torres García, muestra que permanecerá abierta hasta el 13 de octubre.
«El universo como reto» reúne toda la obra que el museo posee del artista, además de una sala dedicada a la obra de los alumnos del Taller Torres García.
Exposición Torres García en el MNAV.
Este año marca el 150.° aniversario del nacimiento de Joaquín Torres García (Montevideo, 28 de julio de 1874 – 8 de agosto de 1949) y el Museo Nacional de Artes Visuales (MNAV) lo celebra con una gran exposición que abarca la obra del artista y la de los alumnos de su taller: El universo como reto.
La muestra ocupa el jardín del museo, donde se expone la escultura Monumento Cósmico, y dos de sus salas. En una sala -la principal- se concentra el acervo completo de obras de Torres García que posee la institución. En la segunda sala, la muestra repasa un compendio de la pintura de los alumnos del Taller Torres García, con nombres como el de Julio Alpuy, José Gurvich, Elsa Andrada y Manuel Pailós, entre otros.
«Todas estas obras sirven para comprender a un Torres García que tiene más vigencia que nunca», afirmó Enrique Aguerre, director del Museo MNAV, durante la inauguración.
«A Torres García podríamos catalogarlo como un metafísico que bebe de arcanos a lo largo de la historia universal (…) un constructor de ideas y uno de los artistas más grandes del Uruguay, que termina en algo muy humano: ser docente y formar escuela», afirmó María Eugenia Grau, una de las curadoras de la muestra.
Fernando Loustaunau, segundo curador de la exposición, habló de Torres García como «una persona verdaderamente cosmopolita, que nos hizo pensar en un mundo amplio, un mundo que no reniega de lo clásico».
El ministro Pablo da Silveira, al tomar la palabra, hizo hincapié en la ascendencia española de Torres García, y resaltó la elección del lema del Día del Patrimonio 2024, dedicado a la tradición del vino del Uruguay, con el destaque de dos de las personalidades fundamentales de su historia: Francisco Vidiella y Pascual Harriague. «Tanto Torres García como estas dos figuras ponen de relieve algo que para los uruguayos puede parecer casi obvio: el valor fertilizador que tiene para una sociedad la inmigración», finalizó.
La exposición podrá visitarse hasta el 13 de octubre.

Biografía (extraido de Museo Torres García)
Nacido en la ciudad de Montevideo en 1874, de padre catalán y madre uruguaya, Joaquín Torres García crece en las afueras de la ciudad en un ambiente de gran libertad. Su formación escolar fue autodidacta y su vocación por el arte, espontánea e inédita en una familia de comerciantes y carpinteros.
Convencido de que su destino es ser pintor, el joven Torres convence a su padre para retornar a su país natal, y en 1891 toda la familia emigra a Barcelona. Al instalarse en el pueblo de sus ancestros, Joaquín se impresiona al descubrir la presencia de la antigua cultura mediterránea en la vida diaria. Cursa una breve formación artística académica, para luego retomar su camino autodidacta. Para ganarse la vida comienza a trabajar como ilustrador de revistas y libros.
Desde sus primeros años Torres García rechaza la pintura que trata de imitar la realidad, y tiende a la pintura que construye una realidad en sí misma. Así, en la primera década del siglo realiza su “Arte Mediterráneo”, donde la antigüedad clásica cobra vida en clave moderna por su fuerte estructura y carácter plano y sintético. En esos años Torres se aboca al arte mural, decorando iglesias, casas particulares y edificios públicos.
A partir de 1916, en un contexto de guerra mundial y conmociones sociales Torres García experimenta un cambio vital y artístico que se ha llamado “la crisis del 17”. La ciudad, la gente y el ritmo de las calles se tornan protagonistas de su obra y se relaciona con artistas de vanguardia como Rafael Barradas y Salvat Papasseit. En 1920 se muda con su esposa e hijos a Nueva York. En su obra de entonces aparecen la tipografía y elementos gráficos que resuenan al ritmo visual de la moderna metrópolis.
Cuando en 1926 Torres García se instala en París, se integra plenamente a las vanguardias y crea el grupo “Cercle et Carré”. En sus obras constructivas estructura el espacio plástico en líneas ortogonales trazadas en base a la sección áurea, desplegando en él signos de resonancia universal. Se trata pues de encontrar un equilibrio entre la razón y la intuición.
En 1934 vuelve a Montevideo para radicarse allí definitivamente con la intención de generar un movimiento artístico apoyado en las ideas del Universalismo Constructivo, que trasciende los límites de la teoría estética para constituirse en un modo de entender el arte y la vida. Dicta numerosas conferencias, edita revistas y libros, realiza audiciones radiales. En 1935 crea la Asociación de Arte Constructivo y en 1942 se consolida el Taller Torres García. Cuando fallece en 1949, Torres García es guía y mentor de una pléyade de jóvenes pintores.











