1º de Mayo: Fiesta de San Silviano en Solís Grande: Como cada año, este 1º de mayo, se celebra la Fiesta de San Silviano. La jornada comenzará a las 10.30, celebrándose la Misa Criolla y Procesión seguidas de almuerzo criollo y espectáculos artísticos. Será en la Escuela 22 del paraje Solís Grande, con acceso por la Ruta 20, a unos 4 kilómetros de Ruta 9.
El festejo de San Silviano tiene sus raíces en los inicios de la década de 1950 cuando un grupo de emigrantes italianos pisó tierra uruguaya. La familia Riccardi fue la responsable de traer la imagen de San Silviano y a partir de ese momento el santo fue conociéndose.
Cada 1º de mayo se realizan procesiones en las cuales se reúnen los vecinos de Solís Grande, Piedras de Afilar, Solís de Mataojo, de la localidad anfitriona y parte de la colectividad italiana que reside en Uruguay.
«Solís Arriba» es un pequeño paraje compuesto por chacras, un almacén y una escuela rural. En este contexto agreste, se realiza la fiesta desde la mañana con una procesión -mientras el santo es adornado con racimos de uva-, el izado de las banderas de los países involucrados y, posteriormente, una misa en la capilla que permanece abierta durante todo el día.
La Ruta 20 se abre al Norte de la Ruta 9 «Leonardo Olivera» luego de pasar Aznárez a la altura de Solís para conectar Maldonado con Solís de Mataojo, en el departamento de Lavalleja.
San Silvano o Silviano de Terracina, Obispo
(Extraído de Vidas Santas) Cerca de Terracina, en la Campania, San Silvano, obispo. La leyenda cuenta que Silvano huyó del norte de África junto a su padre Eleuterio, a causa de la persecusión de los Vándalos, estableciéndose en Terracina, la antigua Anxur de los Volscos. En el 443, muerto el obispo Juan, Silvano fue llamado a sucederle, pero permaneció en vida sólo nueve meses, y después fue elegido su padre, Eleuterio.
Un apunte del Martirologio Jeronimiano del 10 de febrero trae: «En Terracina, el nacimiento [es decir, la muerte] de san Silvano, obispo y confesor»; este título de «confesor» se daba inicialmente a quienes habían confesado la fe, es decir, a los mártires, lo que llevó a pensar que san Silvano habría muerto mártir, teniendo además en cuenta la brevedad de su episcopado y su joven edad. Aunque debe reconocerse que la palabra «confesor» también tuvo un sentido extendido que equivalía a quienes habían sufrido por la fe, pero no muerto por ella, y aun más amplio como simple equivalente de santo, por tanto es muy difícil establecer a ciencia cierta si cuando un texto antiguo habla de un «confesor» se está o no refiriendo a un mártir, a falta de otras fuentes.

El único recuerdo del santo son los restos de una antiquísima iglesia y monasterio, muy famosos en el siglo X, intitulados de San Silvano, que se encontraban en las afueras de Terracina, en la ladera del monte Leano, frente a la Vía Apia Nueva. Las tradiciones manuscritas y el uso popular han transformado el nombre de Silvano -de origen latino, «habitante de las selvas»- en Silviano, Silvino, Salviano, Salviniano; así, por ejemplo, la localidad surgida en las afueras de Terracina donde se alza la iglesia tomó el nombre de San Silviano.











